La importancia de la higiene.
¡Hola!
En esta nueva entrada voy a hablar sobre un tema muy interesante del que estamos tratando hace varias sesiones en la asignatura: salud e higiene.
La Educación para la Salud
dentro del ámbito escolar, y entendida como medida educativa, es una línea
fundamental de actuación para promover la salud en todos sus aspectos. En este
contexto, el maestro es el agente fundamental en la Educación para la Salud en
la Escuela, pues aunque en los primero años toda la responsabilidad de la
educación del niño recae sobre los padres, a partir de su entrada en el colegio
o en las Escuelas Infantiles, esta responsabilidad pasa a ser compartida con
los profesores.
Algunos de los aspectos que habría que tratar para poder
vivir sanos en niños con edades comprendidas entre 0 y 6 años serían:
HIGIENE DE LA PIEL.
La piel es una de las
principales barreras defensivas del organismo frente a las infecciones y otras agresiones
externas. Es, además, un importante órgano de relación para el ser humano, ya
que en ella se alberga el sentido del tacto.
Para mantener una correcta
higiene de la piel es preferible el hábito de la ducha frente al baño. La ducha
debe realizarse diariamente, de esta forma se favorece la transpiración y se
minimiza el riesgo de
padecer determinadas
enfermedades dermatológicas, fundamentalmente las de origen infeccioso.
LAVADO DE MANOS.
Las manos constituyen un excelente
vehículo de transmisión de gérmenes del medioambiente a nuestro
organismo (más del 80% de las
infecciones habituales se transmiten por las manos). Estos gérmenes pueden
entrar a través de la boca u otros orificios naturales, de las mucosas o de pequeñas
lesiones en nuestra piel, a veces imperceptibles. Debemos mantener las manos
limpias siempre, porque con ellas nos tocamos la cara, los ojos, la boca,
cogemos algunos alimentos y tocamos a otras personas. El lavado de manos es la
medida individual más importante para evitar la diseminación de las
infecciones.
HIGIENE DE LOS OJOS.
Las lágrimas constituyen el
mecanismo de limpieza natural de los ojos, por lo que, en condiciones normales,
no debe utilizarse ningún tipo de jabón o producto de limpieza en la higiene de
los ojos. No obstante, se deben lavar diariamente con agua, especialmente al
levantarse, para eliminar los posibles restos de secreciones (legañas)
producidas durante la noche.
Es importante adoptar algunas
medidas de protección de los ojos:
- Usar una buena luz para la
lectura.
- El haz de luz debe entrar por la izquierda para los diestros y por la derecha
para los zurdos.
- Si es luz artificial, es aconsejable que sea de 60 watios y color
azul.
- Se debe evitar la existencia de sombras o reflejos sobre el campo visual.
- Mantener una distancia adecuada con el monitor de televisión, mayor
de 1,5 metros.
Los niños y niñas deben
someterse de forma periódica a revisiones oftalmológicas para detectar cualquier posible problema de
visión.
HIGIENE DE LOS OÍDOS.
El conducto auditivo externo
tiene un sistema de auto limpieza, de forma que el vello que lo recubre elimina
el cerumen al exterior y no requiere ningún tipo de higiene. Se debe evitar el
uso de bastoncillos
de algodón en la limpieza del
conducto auditivo, ya que los bastoncillos pueden producir erosiones en la
piel del mismo, empujar hacia
el interior a posibles tapones de cera o, incluso, llegar a lesionar la membrana
del tímpano. Los bastoncillos sí pueden utilizarse para secar cuidadosamente
los pliegues de la oreja.
Es frecuente que los niños en
edad escolar, sobre todo los más pequeños, introduzcan todo tipo de objetos
pequeños en orificios naturales, como los oídos y las fosas nasales. Hay que
enseñar a los pequeños a evitar este tipo de conductas porque pueden tener
serias consecuencias, como infecciones
u obstrucción de las vías
aéreas.Si se observa en el niño la existencia de secreciones, picor persistente
o disminución de la audición se debe acudir a la consulta del pediatra.
HIGIENE DE LA NARIZ.
La mucosa nasal realiza una
función purificadora del aire inspirado, filtrando y reteniendo las partículas extrañas
que éste contiene. A la vez, durante la inspiración, la nariz proporciona al
aire la temperatura y
humedad adecuadas antes de
llegar a los pulmones. Para mantener esta función de filtrado y acondicionamiento
del aire inspirado es necesario eliminar de las fosas nasales el exceso de
mucosidad.
La limpieza de la nariz debe
hacerse utilizando un pañuelo limpio y tapando alternativamente una ventana
nasal y luego la otra, y sin expulsar el aire con excesiva fuerza o brusquedad.
Si la mucosidad es muy abundante, es difícil de eliminarla o produce una
obstrucción al paso del aire,pueden utilizarse unas gotas de suero fisiológico
vertidas en cada fosa para facilitar su eliminación. Los niños deben adquirir
la costumbre de llevar un pañuelo limpio y no tocarse la nariz con los dedos sucios.
Al igual que con los oídos, debe educarse a los pequeños para que no
introduzcan objetos en sus orificios nasales.
Comentarios
Publicar un comentario